La orden del Fénix y el poder de la literatura
- Por James
- 15 mar 2018
- 3 Min. de lectura
Hablar de Harry Potter es casi hablar de mí; los libros como las películas están entrelazados con mi personalidad, incluso sé que mi amor por el cine fue muy influenciado por “El prisionero de Azkaban” (La mejor de toda la saga, en mi opinión.) y puedo decir sinceramente que la emoción al ver por primera vez “La piedra filosofal” junto a mi padre y hermana, sigue siendo inigualable, que incluso ese recuerdo podría servir para mi patronus. Durante mi infancia y adolescencia, muchas veces me sentí aislado y en una alacena bajo la escalera, y aquello era más fácil cuando le ponías un toque de magia.
Actualmente, Hogwarts se convirtió en mi pensadero, cuando quiero recordar alguna aventura o alguien, vuelvo a las películas y al soundtrack, sé que ahí estará, porque “Quienes nos aman, jamás nos dejan…” y tal vez, al igual que yo, Hogwarts es tu lugar seguro, tu hogar.

Pero más allá de sentirnos aceptados, o buscar ese amor fraternal que necesitábamos, lo que quiero decirles en esta ocasión es que la saga de Harry Potter marcó una generación, y sé que marcará a quienes siguen después de mí, y no sólo con magia; nos inspiró a ser valientes, leales y fuertes aunque las probabilidades estuvieran en nuestra contra.
Algunos de mis profesores solían describir mi personalidad como “Guerrillero” y recuerdo enfrentarme, junto a mis amigos, contra el sistema escolar, maestros y todo aquello que atentara contra lo que yo consideraba justicia. Tal vez muchas batallas fueron innecesarias, tal vez mi madre tenía razón al decirme que dejara de pelear contra el mundo, pero en ese momento, éramos La orden del Fénix, y no hubo lucha que no llevara hasta las últimas consecuencias.
Pero si hablamos de un movimiento más grande puedo mencionar la vez que nos armamos de valor para salir a protestar por los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ya éramos mayores que Harry, Ron y Hermione, pero el sentimiento seguía siendo el mismo.
La humanidad nunca ha sido negro y blanco, nada es completamente puro ni malvado, casi todo ha sido corrompido y tal y como lo dijo Sirius: “Todos tenemos luz y oscuridad” por lo que no siempre los malos son lo que parecen, y no importa cuantos nobel de la paz tenga alguien, no lo convierte automáticamente en bueno. Y tal vez los líderes mundiales nos han defraudado, tal vez el gobierno se convirtió en nuestro propio enemigo, pero aún tenemos nuestros héroes literarios, inspirándonos y recordándonos que lo importante es defender tus ideas, hacer lo correcto, aunque el mundo se haya convertido en un lugar oscuro y hostil.

El 14 de febrero, 17 estudiantes fueron asesinados en Parkland, Florida. Mientras el mundo mandaba sus #PrayFor, mientras los políticos debatían quien era culpable, y mientras los padres pedían asustados por la seguridad de sus hijos; los sobrevivientes alzaron la voz.
Una generación que creció luchando contra el Señor Tenebroso, que creció con demás sagas que salieron a la luz tras el éxito de Harry Potter, una generación que pasó su infancia viendo lo que significaba pelear por lo que crees y por tus amigos. Una generación así no se iba a conformar con oraciones y pensamientos.
El congreso estadounidense no se está enfrentando ante unos niños asustados, se está enfrentando a un Ejército de Dumbledore, que está organizado, que tiene lealtad a sus principios y que no va a rendirse. Si te interesa saber más sobre este movimiento puedes visitar: https://marchforourlives.com
El universo de Harry Potter nos dejó muchas lecciones, y para cerrar mi hilo de pensamientos les dejó una de mis favoritas, dicha por el gran Albus Dumbledore:
“La felicidad puede estar incluso en un oscuro momento, sólo no olviden encender la luz.”

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